Ver un partido de LaLiga de forma ilegal no te llevará a recibir multas
El reciente fallo judicial a favor de LaLiga ha suscitado un considerable revuelo, pero es fundamental aclarar algunos puntos para disipar las dudas y confusiones generadas. En primer lugar, es importante destacar que se trata de un auto judicial para iniciar diligencias preliminares, no de una sentencia definitiva. Y lo más crucial: no se persigue a los usuarios que ven partidos por IPTV, sino a aquellos que utilizan decodificadores para redistribuir la señal.
El auto judicial emitido por el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona el pasado 13 de febrero se centra en unas diligencias preliminares solicitadas por LaLiga. La parte demandante, la Liga Nacional de Fútbol Profesional, busca obtener información de los principales operadores españoles: Telefónica, Orange, Vodafone, el Grupo MásMóvil y Digi.
La demanda de LaLiga se basa en la explotación y comercialización de los derechos audiovisuales de la Primera División, lo que incluye los contenidos que se ofrecen en directo y exclusivamente a clientes residenciales y establecimientos públicos a través de televisión de pago.
El fallo judicial busca identificar a usuarios que, mediante el método de ‘Cardsharing’, comparten la señal de forma lucrativa para que otros la vean o incluso la distribuyan en establecimientos públicos. La solicitud de LaLiga incluye pedir a los proveedores de acceso a internet que proporcionen la identificación del cliente que contrata el servicio a través del cual acceden a estos contenidos.
Es importante señalar que la justicia respalda a LaLiga en la identificación de los usuarios que se lucran redistribuyendo la señal, pero excluye a los consumidores finales que acceden de buena fe y sin intención de obtener beneficios económicos o comerciales. Sin embargo, la ambigüedad del fallo podría plantear dificultades para distinguir entre quienes actúan de buena fe y quienes no, lo que deja abierta la posibilidad de identificar a usuarios que acceden a estos contenidos de manera gratuita, aunque el fallo no se enfoque en esta dirección.