Descubriendo Neuralink: el chip cerebral de Elon Musk
Elon Musk, reconocido por su liderazgo en empresas como Starlink, SpaceX y Tesla, así como por sus controversias en Twitter, ha dado a conocer un avance significativo: la implantación del primer chip cerebral a través de su compañía Neuralink.
Este chip cerebral, denominado Telepathy, según Musk, permite controlar dispositivos como teléfonos u ordenadores con tan solo el pensamiento, especialmente dirigido a aquellos que han perdido el uso de sus extremidades. Musk ha señalado el potencial revolucionario de esta tecnología, comparándola con la capacidad de comunicación de Stephen Hawking.
Los primeros resultados obtenidos de las pruebas con un paciente muestran una detección prometedora de picos neuronales, lo que representa un avance significativo en la investigación de Neuralink. Sin embargo, la empresa ha enfrentado críticas en el pasado, especialmente por pruebas que involucraron la muerte de animales. A pesar de ello, en julio de 2023, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos no encontró violaciones en las normas de investigación con animales en Neuralink, lo que allanó el camino para las pruebas en humanos.
The first human received an implant from @Neuralink yesterday and is recovering well.
Initial results show promising neuron spike detection.
— Elon Musk (@elonmusk) January 29, 2024
El estudio PRIME (Precise Robotically IMplanted Brain-Computer interfacE) de Neuralink emplea un robot para colocar quirúrgicamente un implante de interfaz cerebro-computadora en una región del cerebro que controla la intención de moverse. Este estudio tiene como objetivo inicial permitir que las personas controlen el cursor o el teclado de un ordenador mediante sus pensamientos.
Aunque el avance de Neuralink ha captado la atención, otras empresas como Synchron también han estado trabajando en interfaces cerebro-ordenador. Synchron fue la primera empresa en obtener autorización de la FDA para probar un dispositivo en humanos en 2021 y desde entonces ha estado llevando a cabo ensayos clínicos. Aunque estas tecnologías prometen beneficios para personas con trastornos neurológicos, aún se encuentran en etapas experimentales y podrían pasar muchos años antes de que estén disponibles de manera generalizada.