El Gobierno español plantea eliminar la mitad de espacio de TDT
El Gobierno presentará a las cadenas de televisión un plan para reducir el número de canales de TDT que han proliferado en los últimos años con el fin de ceder buena parte del ancho de banda a los operadores de telecomunicaciones.
Entre este año y el 2014, el Gobierno debe llevar a cabo una reordenación del espacio radioeléctrico. Esto obligará a que, a partir del próximo mes de julio, las cadenas de televisión liberen la banda de los 800 Mhz que usan actualmente. El proceso de cambiar las frecuencias de todos los canales operativos tendrá para el Gobierno un coste de unos 800 millones de euros, por lo que, en el actual contexto de ahorro y recortes y según han confirmado varios medios, se plantea la posiblidad de reordenar de paso el actual panorama audiovisual para intentar abaratar.
El Ministerio de Industria, consultado al respecto, asegura que por el momento no tiene ningún comentario que hacer sobre este asunto.
Según confirman diversas fuentes, el Gobierno ya se ha puesto en contacto con las cadenas para plantearles esta medida, que prevé reducir el actual número de múltiplex, que pasaría de diez a cinco. De este modo, los tres grandes grupos, Antena 3, Mediaset y Radio Televisión Española, pasarían de tener dos múltiplex cada uno a contar con uno por cabeza.
Esto obligaría a las cadenas a prescindir de algunos de sus segundos canales y, posiblemente, de las emisiones en alta definición, que no se podrían permitir sin renunciar a más frecuencias, ya que estas ocupan más ancho de banda.
La proliferación de canales a raíz de la implantación de la TDT ha conducido, a juicio de muchos expertos del sector, a un exceso de oferta que no es directamente proporcional a la calidad de esta ni a un mayor abanico de contenidos, ya que muchos canales se emplean para repetición de emisiones de las ofertas principales.
El espacio que quede libre después de la reordenación audiovisual servirá para acomodar el aumento exponencial del tráfico de datos con la proliferación del uso de tabletas y smartphones, que hace que los operadores de telecomunicaciones precisen aumentar su ancho de banda.